INTRODUCCIÓN
Partimos del
concepto de que el ser humano, por naturaleza, adquiere de manera innata la
facultad o capacidad para comunicarse a través de las lenguas, denominándose
“lenguaje”.
El lenguaje
es universal, todos los seres humanos se comunican con el mismo lenguaje,
permitiéndoles pensar y, al mismo tiempo, pudiendo a través de él desarrollar
nuestro pensamiento, produciéndose, según presuponen estudios científicos, una
evolución paralela de ambos. Por otro lado, es el soporte básico de la memoria
y el medio de expresión más extenso, por lo que posibilita, simultáneamente, la
expresión de lo que cada individuo piensa y cree, conocido como autoexpresión.
De aquí que
surjan las distintas lenguas, siendo estas particulares, con las que poder
expresar y decir lo que sentimos, realizando una reconfiguración e
interpretación de un sistema de símbolos y signos con las que poder entenderse
mediante el intercambio de información, a través de la comunicación.
Consideramos
que este proceso comunicativo se desarrolla de manera innata, simplemente al
desarrollarnos evolutiva y cognitivamente, por lo que pensamos que ya se sabe
comunicar, pecando con este pensamiento, pues realmente no es así.
La
comunicación, como cualquier otro proceso lingüístico, debe ser practicada y
enseñada para su aprendizaje y perfeccionamiento. También debemos tener en
cuenta, que esta enseñanza no solo forma parte de la materia de Lengua
Castellana y Literatura, sino que debe trabajarse de igual manera en todas las
áreas, debido a que en todas ellas existe una comunicación continua entre los
distintos miembros que intervengan en ese intercambio comunicativo.
Es importante
citar que para que exista una comunicación real, debe existir una reciprocidad
comunicativa, una comunicación real, entendida como “diálogo”, siendo un
proceso que va desde la expresión al intercambio, siempre teniendo en cuenta
que el desarrollo lingüístico, como todo lo relacionado con el aprendizaje,
seguirá diferentes ritmos dependiendo del individuo.
La escuela
debe propiciar estas situaciones de expresión y comunicación oral, individual y
grupal, dar pautas concretas sobre buenos y malos usos, aportar ideas e
indicaciones para mejorar y utilizar diversas estrategias que permitan a los
estudiantes entrenar y mejorar su expresión oral (Labajo, 2019).
Una de los
principales aspectos que deberíamos enseñar a nuestros alumnos es que, durante
el proceso comunicativo, no solo existe la expresión oral, sino también la
comprensión, por lo que deberemos introducirles el real significado de los
términos oír y escuchar, no siendo para nada lo mismo. Oír es un fenómeno
fisiológico, con el cual se nos permite percibir los sonidos a través del oído,
percibiendo las vibraciones captadas a través de sus ondas, siendo este proceso
un acto pasivo. Escuchar, por el contrario, es voluntario, es la capacidad de
interpretar, comprender y dar un significado al sonido. Por tanto, durante
nuestra labor educativa, deberemos trabajar y enseñar a realizar este esfuerzo
físico y mental que requiere escuchar, y de esta manera, conseguir la captación
y entendimiento de aquella información que recibe nuestro oído durante el acto
comunicativo.
Para trabajar
tanto la escucha como la expresión oral, existen distintas técnicas o
estrategias que poder desarrollar en el interior del aula, entre las que se
deben destacar las siguientes:
o
Plurales: se realizan en pequeño o
gran grupo, pueden ser lluvias de ideas, conversaciones, diálogos, entrevistas,
debates o puestas en común.
o
Singulares: exposición, monólogo,
charla, cuentacuentos, narración de historias, verbalización de trabalenguas,
chistes, cuentecillos de fórmula, etc.
Como podemos
contemplar, existen gran diversidad de recursos comunicativos que poder
realizar en un aula. Entre todos ellos, debo destacar la importancia de los
diálogos y los debates, ya que serán los que engloben a todo el colectivo clase
y podamos realizar más fácil y frecuentemente. Para ello, se debe distinguir un
término del otro para que no sean confundidos. En ambos pueden darse
características del otro, porque existe un intercambio comunicativo, pero en un
debate predomina la oposición de ideas, mientras que en el diálogo no es
necesaria, aunque también pueda darse en menor modo.
Por todo esto
citado anteriormente, surge la idea de realizar esta actividad, con el fin de mostrar
como llevaríamos a cabo una sesión en la que potenciar esta expresión oral y como
trabajaríamos con ello. El objetivo de esta actividad, aunque se aborden temas
aparentemente ajenos a los impartidos por la materia de Lengua Castellana y
Literatura, serán primordialmente los lingüísticos, ya que estaremos trabajando
la expresión y comprensión oral. Con esta propuesta, y las que se realizarían
durante todo el curso y en las distintas áreas, se intenta abordar el objetivo
prioritario de la expresión oral, siendo que nuestro alumnado pase de una comunicación egocéntrica a una
comunicación social real, interactuando, nutriéndose y exponiendo distintas
ideas y puntos de vista.
Para la
realización de la misma, se ha decidido crear un diálogo con alumnos de 4º
curso de Educación Primaria, en la que existirá un intercambio de ideas entorno
a un tema previamente establecido, pudiendo existir algún debate debido a las
opiniones presentadas. La justificación, temática y desarrollo de la actividad
se exponen a continuación:
TEMA, PLANTEAMIENTO, CONTEXTO Y
NORMAS
El tema que
he decidido escoger ha sido “Posibles mejoras que haríamos en el patio del
colegio”. El motivo principal por el que he escogido este tema de conversación
ha sido debido a que quería conseguir desarrollar un diálogo que englobara e
involucrara a todo el colectivo que forma la clase y, en general, a todo el
centro escolar, y que, al mismo tiempo, pudiera hacerles participar activa e
ilusionadamente, siendo llamativo, interesante y del que formaran parte íntegra
de él. De esta manera, podríamos englobar a todos nuestros alumnos y ganar su
atención y compromiso con la conversación, facilitando el desarrollo de un
diálogo cargado de participación y en el que todos pudieran aportar sus ideas y
opiniones al respecto.
Para ello, he
pensado introducir la actividad unos días antes de la sesión prefijada para
realizarla, de manera que el alumnado pueda pensar tranquilamente sus ideas a
exponer y así fundamentarlas de mejor forma. Por otro lado, esta elección viene
también influenciada por los posibles temores o faltas de seguridad que puedan
tener los distintos alumnos ante el acto de hablar en público, por lo que, si
pueden traer algo preparado de casa, considero que les aportará un extra de
seguridad y bienestar al hablar del tema seleccionado.
La manera de
introducir la actividad será transmitirles la noticia de que se ha organizado
una idea de proyecto para remodelar el patio del colegio y que, al formar ellos
una parte bastante grande del centro, tienen el derecho de proponer posibles
modificaciones en las infraestructuras del patio, pudiéndose llevar a la
realidad. Al escuchar esto, los alumnos abrirán sus oídos, disponiéndolos en
modo escucha, y su imaginación, intereses y creatividad empezará a volar.
Por otro
lado, les explicaremos que la sesión se desarrollara X día, siendo un par de
días posteriores, con lo que podrán reflexionar sobre lo que realmente quieren,
y que será especialmente importante que sus aportaciones estén bien
fundamentadas, ya que si participan correctamente, tanto en el aspecto
actitudinal como en al expresar sus ideas y desarrollar el diálogo, podrán ir
ganando puntos y optar a que su propuesta pueda ser elegidas entre las mejores,
para posteriormente ser estudiada por la directiva del centro.
Este “juego
motivador” ha sido creado principalmente para generar un compromiso y
estimulación a todos los alumnos, pero especialmente para aquellos alumnos con
conductas disruptivas o que les cueste más hablar en público, ya sea por su
timidez o vergüenza, haciéndoles participar para que su idea sea la más
puntuada y lograr ponerla en práctica.
En cuanto al
contexto en el que se desarrollará la actividad, tanto de aula como personal, colocaremos
el día de la actividad todas las sillas en forma de U, facilitando la
visibilidad de los rostros de todos los integrantes de la clase, ganando la
atención y potenciando la escucha activa, de manera que cada persona que hable
sea consciente de que está siendo escuchado por el resto de compañeros,
pudiéndose intercambiar miradas con ellos a la vez que habla. También
partiremos con que estaremos en un aula con unos 25 alumnos, por lo que
existirá gran diversidad de personalidades y conductas, destacando sobre todo
la de dos de ellos, uno que no participa en los diálogos normalmente, debido a
su gran timidez, y otro, que no respeta, no escucha y habla continuamente,
intentando imponer su punto de vista sobre el de los demás. El maestro actuará
como mero mediador y guía para facilitar la comunicación. Posteriormente,
trataremos cual será la conducta del docente para solucionar estas situaciones
y lograr un diálogo sumergido en una comunicación activa y respetuosa por parte
de todos.
Una vez expuesto
el tema, el modo de desarrollar la sesión y el alumnado y profesorado, debo
mencionar para que edad y curso tengo pensado que vaya destinada la propuesta.
La idea principal es que vaya orientada a alumnos y alumnas de 4º de Educación
Primaria, con edad comprendida entre los 8 y 9 años. El tema es muy amplio y
con diversidad de posibilidades y variantes, por lo que realmente podría
llevarse a cualquier curso.
La razón de
haber escogido concretamente 4º de Primaria, es debido al momento evolutivo en
que se encuentran y al desarrollo cognitivo que tienen a estas edades, situándose en el estadio de las operaciones concretas, dejando
de lado poco a poco su etapa egocéntrica, comenzando a formar parte de un
colectivo de iguales y sintiéndose más integrados e involucrados en la
sociedad, en el hogar, en el juego y en la escuela, empezando a aceptar las
normas que van apareciendo y reforzándose el sentimiento de respeto ante otras
personas. De igual manera, su lenguaje y vocabulario ha aumentado
considerablemente y posibilita el poder mantener una conversación
enriquecedora, pudiendo expresar sus ideas u opiniones con bastante fundamento
y explicación (Piaget, J.).
En cuanto a
la estructuración del debate, debo citar de nuevo que se introducirá unos días
antes de realizar la sesión, por lo que los alumnos podrán preparar sus
propuestas con tiempo. Una de las razones por la que he decidido plantear la
actividad antes es poder ir interesándome individualmente por el trabajo que
están realizando cada uno, especialmente el niño tímido que se nos presenta en
el aula, pudiendo así ayudarle o guiarle por si tuviera dudas, de manera que
consiga sentir más seguridad para el día acordado.
El día que se elegirá para llevarla a cabo
será un viernes, en la hora justo antes del recreo, debido a que suele ser una
el último día antes del fin de semana y normalmente tienden a estar un poco más
nerviosos y movidos, además de poder abarcar la duración del recreo si fuera
necesario para concluir la actividad.
Para ponernos
en situación, la actividad se realizará al finalizar el primer trimestre o
comenzar el segundo, ya que de esta forma se nos permitirá tener un ligero
conocimiento sobre las características y personalidades de nuestro alumnado, de
manera que podamos direccionar de una forma u otra el diálogo, acomodándolo
según convenga.
Por un lado,
al realizarse con el curso ya avanzado, daremos por hecho que al inicio del año
se acordaron y consensuaron ciertas normas de convivencia, participación y
respeto que debíamos respetar todos tanto dentro del aula, como en todo el recinto
del centro, por lo que comenzaríamos nuestra sesión recordándolas de nuevo y,
si fuera preciso, generar unas nuevas más especificas para este tipo de
actividad o recordar las más relevantes para el correcto desarrollo y
funcionamiento de la sesión, tales como:
§ Respetar
a nuestros compañeros y compañeras.
§ Pedir
permiso para hablar levantando la mano.
§ Cuando
un compañero está hablando, el resto debe de escuchar.
§ Debemos
realizar al menos una aportación sobre el tema a tratar.
§ Si
alguien quiere comentar una idea anteriormente expuesta, podrá anotarla en un
papel para no olvidar lo que quiere decir.
§ Las
personas que todavía no han hablado, tendrán prioridad ante otros que lo hayan
hecho.
§ Si
no estamos de acuerdo con alguna idea expresada, podremos rebatirla y mostrar
nuestra opinión siempre desde el respeto, teniendo en cuenta que cada uno
podemos pensar de una manera.
§ Está
prohibido interrumpir y las faltas de respeto.
Al haber sido
todas estas normas de comportamiento diseñadas y creadas por ellos mismos, creo
que conseguiremos un mayor compromiso y respeto ante el desarrollo de la
actividad.
Además,
también volvemos a explicar la diferencia entre oír y escuchar, así como entre
diálogo y debate, para que tengan muy presentes que tipo de actividad vamos a
realizar y con que finalidad.
Por otro
lado, considero que el tema ya de por si es bastante motivador, además la
introducción de este, exponiendo este “concurso” de propuestas para mejorar el
colegio, resultará bastante llamativo y no necesitará mucho más impulso para
comenzar a rodar. Lo que si es de vital importancia, tanto para este tema como
para cualquiera, es que el maestro este preparado y capacitado para desarrollar
un diálogo correctamente, teniendo en cuenta distintas actitudes como:
· El
maestro deberá transmitir y realizar distintas señales para potenciar la
escucha activa hacia sus alumnos, de manera que se sientan escuchados y
atendidos, como son por ejemplo asentir, parafrasear, mirada , repetir lo que
dice, realizar preguntas sobre el tema…
· Estableces
un límite de tiempo para las intervenciones, con el fin de que no se extienda
demasiado el diálogo y lo acaparen únicamente aquellos que hablan mucho. Al
mismo tiempo, esto permitirá hacerles conscientes de la temporalidad,
potenciando la autorregulación de la duración de sus aportaciones y pudiendo
organizarse mejor, tanto en la actividad como en el futuro.
· El
docente tendrá que tener el tema principal preparado, así como distintos
subtemas por donde poder investigar o reacondicionar la conversación, enfocando
el tema desde otro punto de vista o también utilizándolos como recurso por si
el tema principal se agotara o se produjera un parón en el acto comunicativo.
· El
maestro deberá intentar agotar el tema originado por parte de un alumno antes
de pasar a otro o que se derive. Para ello podrá realizar distintas cuestiones
del tipo ¿qué os parece la idea? ¿qué opináis? ¿estáis de acuerdo con lo que
propone ___? ¿podríais añadir algo más a la idea de ____?
· De
la misma manera, si el tema se ha agotado y deriva en otro, pero ese tema no nos
interesa porque se está desviando demasiado del fin último de la conversación,
el maestro deberá saber reconducirlo y llevarlo al terreno inicial.
Una vez
dejado claras estas premisas a seguir, también deberemos generar unas preguntas
de andamiaje que animen a la continuidad del diálogo por si, como decíamos
anteriormente, el tema se estancara o se agotara. Algunas de esas preguntas
podrían ser:
o
¿Qué haríais si tuvierais la
posibilidad de cambiar el patio?
o
¿Y si os dejaran añadir algo con lo
que poder jugar? ¿Qué sería?
o
¿Qué elegiríais si solo pudierais
cambiar una cosa?
o
Vosotros como niños y alumnos de un
colegio, ¿qué esperáis o buscáis en un patio?
o
¿Qué es para vosotros el patio del
colegio? ¿Qué significa para vosotros?
o
…
Una vez
citado todo esto, creo necesario especificar que tipo de actitud y
comportamiento mostrará la figura del docente ante el diálogo y, más
concretamente, ante el niño tímido y el niño que molesta con frecuencia.
Antes de
comenzar este apartado, deberíamos, una vez más explicar y ofrecer unas
indicaciones al grupo en general (como se citaba en párrafos superiores), aunque
algunas de las premisas que transmitamos vaya destinadas concretamente a
ciertas personas indirectamente, logrando que puedan darse por aludidos y ser
conscientes de porqué mostramos estas ideas. Igualmente, deberíamos acordar una
especie de lema con el que comenzar la actividad, teniéndolo presente en todo
momento, de manera que este sería “Pienso antes de hablar”, con la
intencionalidad de evitar posibles interrupciones inoportunas o que en el
momento de hablar haya un colapso o bloqueo de las ideas, interfiriendo y degenerando
el proceso comunicativo.
TRABAJO ESPECÍFICO PARA EL NIÑO
TÍMIDO:
En cuanto a
este alumno que presenta unos rasgos evidentes de timidez o vergüenza ante situaciones
comunicativas en gran grupo, lo primero que realizaría, al conocer que vamos a
realizar una actividad de este tipo días anteriores, mostrar interés por como
se está desenvolviendo con el tema, ideas que le gustaría transmitir…con la
finalidad de mostrarle confianza y apoyo ante lo que quiere mostrar el resto.
El día de la
actividad, le mostraremos esto mismo, pero a través del lenguaje no verbal, apoyándonos
en las estrategias de escucha activa, así como en el contacto visual, pudiendo
llegar incluso al contacto físico, ya que realizarle alguna caricia o hacerle
algún gesto cariñoso puede hacer que gane seguridad. Al mismo tiempo, cada vez
que veamos que una conducta es positiva, la reforzaremos, realizando un
comentario halagador y de agradecimiento ante su compromiso con la actividad y
el esfuerzo que está haciendo, ya que somos conscientes de que le cuesta.
Sin embargo,
si aun conociendo el tema y habiéndolo preparado no participara, deberíamos actuar
de otra forma, pudiendo realizarle alguna pregunta directa y únicamente a él sobre
algo relacionado con el tema, pero que con seguridad sabemos que el conoce y
domina. Por ejemplo, si estamos hablando de las modificaciones que podrían
realizarse en un patio y a él le encanta jugar al tenis, preguntarle, de forma
que pueda explayarse en la respuesta, algo relacionado con sus intereses,
pudiendo mantener un dialogo o una exposición de ideas, para poder registrar
algún tipo de anotación con la que evaluarle.
Es importante
que, cuando termine de realizar su intervención, le reforcemos verbalmente su
aportación y le felicitemos, tanto a él como al resto de compañeros. Además,
deberemos conocer el grado de timidez que tiene, ya que, al intervenir, puede
llegar a pasar un mal rato, por lo que deberemos identificar este momento y, de
suceder, parar y no forzarle, pues podríamos provocar un retroceso en los
avances conseguidos durante todo el curso.
TRABAJO ESPECÍFICO PARA EL NIÑO
QUE MOLESTA:
Para este
caso, la opción mejor considerada sería utilizar técnicas de modificación de
conducta, como son, principalmente, el ignorar a estos niños que molestan
tanto, pues al hacerles caso y mostrarles atención, se sienten reforzados y
aumentan su mal comportamiento, por lo que ignorarles podría resultar
beneficioso.
Estas técnicas
fueron postuladas en las teorías del condicionamiento operante de Skinner, de manera
que, al interferir ante estos comportamientos, podamos influir en el modo en
que se relacionan los estímulos y las respuestas dadas por el individuo a
considerar. La base principal de esta modificación de conducta se apoya en el
reforzamiento, para este caso, los refuerzos positivos, ofreciéndose siempre y
cuando se de una conducta que poder elogiar y felicitar, y que el alumno
interprete como buena, añadiéndolo a su comportamiento natural y logrando que
este acto sea cada vez más habitual.
Al mismo
tiempo que realizáramos esto, si se dieran otras ocasiones de conducta
disruptiva, persistiendo frente al buen comportamiento, deberemos recordar las
normas de convivencia, respeto y participación, haciéndole ver que, si sigue comportándose
así, se tomarán consecuencias más drásticas. Al llegar a este punto tan
extremo, podríamos realizar las técnicas de modificación de conducta de “coste
de respuesta” o “tiempo fuera”. La primera, consistiría en que, al realizar un
comportamiento indebido, provocaría la pérdida de un reforzador, es decir, si no
se comporta como tiene que hacerlo o realiza algún comentario irrespetuoso o
malsonante, se le retirará el privilegio a sumar puntos para su propuesta,
llegando incluso a ser nula. La segunda, consistiría en que, si al persistir aun
esta conducta tras haber realizado lo anterior, llegar al extremo de aislar al
alumno un rato, nunca más de 5-10 minutos, de manera que ese entorno al que le
desplacemos no sea estimulante para él, de manera que automáticamente cederá su
mal comportamiento.
Otra opción que
tampoco descartaría, sería la de hablar con este alumno antes de comenzar la
sesión para decirle que debe respetar a los demás, pues tienen el mismo derecho
a participar en la actividad, además de intentar motivarle a que se comporte
como debe pues de esta manera podría conseguir su objetivo de propuesta,
intentando lograr su autosuperación y mejora conductual.
EVALUACIÓN
Una vez
establecido todo el proceso y desarrollo del diálogo realizado, llega el
momento de evaluar la actividad. El principal método de evaluación que
utilizaré será por observación, complementándolo con unas rúbricas de
autoevaluación y heteroevaluación.
A través de
esta sesión, se trata de evaluar las competencias trabajadas y desempeñadas
durante el desarrollo de la actividad, y no únicamente los contenidos
abordados. Es por ello que se necesitan instrumentos de evaluación más técnicos
y precisos como pudieran ser las rúbricas.
Además, lo
ideal sería realizar estos diálogos o debates en varias ocasiones, con el fin de
realizar un estudio comparativo para la evaluación del alumno, contrastando y
comparando los resultados de las pruebas iniciales y las realizadas
posteriormente, conocidas como “pruebas de evaluación de diagnóstico” (Jiménez
Benítez, 2010).
Con estos estudios
semanales, mensuales y anuales, podremos tener un registro real y comparar los
resultados durante el curso y año tras año, y así poder tener constancia del
progreso y avance que realiza nuestro alumnado.
En cuanto a
las rúbricas diseñadas para evaluar las distintas competencias, que considero
haber trabajado durante la realización de la actividad, destacan las
siguientes:
Hacer clic para ampliar. |
En cuanto a la autoevaluación, la rúbrica que he diseñado es la
siguiente:
|
Para concluir
con este apartado, considero necesaria la opción de, una vez hayamos terminado
la tertulia, repasar las propuestas transmitidas e intentar llegar a un acuerdo entre todos. También realizaría un feedback con
y para todo el grupo, en el que poder mostrar cosas relevantes ocurridas en la
sesión, pudiéndonos apoyar en una grabación de voz de la conversación para tener un registro real, con
posibles y futuras vistas a la investigación, así como analizar y mostrarles el
progreso que han desarrollado cada uno de ellos durante el curso escolar,
debiéndose realizar estas conversaciones y grabaciones secuencialmente para
realizar una evaluación objetiva y fundamentada en pruebas y datos reales.
Por último,
también podría existir la posibilidad de, al terminar de rellenar sus
autoevaluaciones, realizar una pequeña entrevista personal con cada alumno, lanzándoles
preguntas para que intenten mostrar como creen ellos que podrían mejorar en los
aspectos que flaquean y comentar en los que consideran destacar, y poder
comprobar su percepción y autoconocimiento de su propio yo, realizándose una
autocrítica constructiva en todo momento, con el único fin de motivar y
ayudarles a crecer personal y cognitivamente.
CONCLUSIONES
Un día más, un trabajo que despierta
nuevos intereses y saberes en nuestras mentalidades (a medio construir) de
maestros. Esta vez se nos vislumbra el universo del lenguaje, la lengua y la
comunicación, de la que, como siempre, pensábamos saber bastante, llevándonos
una grata sorpresa, principalmente al descubrir la forma correcta de enseñarlo.
Un día más se nos abren las puertas para
nuestro futuro docente, ofreciéndosenos cantidad de conocimientos nuevos,
estructurados y conformando un bloque sólido de información que poder usar, así
como sus distintas técnicas y estrategias para llevarlas adecuadamente a lo que
algún día será nuestra segunda casa.
Esta actividad, y en general este
bloque, me ha enseñado a que debemos reformular la manera de enseñar, en este
caso, la comunicación oral, potenciando todos sus elementos y trabajarlos
interdisciplinarmente. Tenemos que reconstruir la práctica docente,
concienciándonos del verdadero valor que tiene para el proceso de aprendizaje,
pues todo lo que nosotros queramos trabajar y mostrar a nuestros alumnos, será
lo que ellos absorban y adquieran para su crecimiento personal e intelectual.
Es de suma importancia ser conscientes
de la importancia que tiene llevar a cabo un plan de mejora de la competencia
comunicativa, surgiendo desde el propio proyecto educativo de centro,
impartiéndose y desarrollándose en todas las áreas, por lo que requiere de un
compromiso y responsabilidad por parte del equipo directivo y docente, del que
formaremos parte algún día, siendo posteriormente evaluadas para la
comprobación de su progreso de aprendizaje. Al mismo tiempo que saber como
adecuar las distintas actividades para alumnos con dificultades, ya sean de conductuales
o de aprendizaje, para poder adaptarlas y lograr que este alumnado avance.
Del mismo modo, es imprescindible que
nosotros como maestros, tengamos constancia de las posibilidades y herramientas
de las que disponemos para ofrecer a nuestro alumnado, al igual que lo
importante que es el disponer de una buena formación, contribuyendo a que
podamos realizar buenas evaluaciones más allá únicamente de los contenidos, básicos
y elementales, suficientes para aprobar, más allá que asignar una nota numérica
que no diga nada, sino que al disponer de esta buena formación tengamos la
total seguridad y confianza para realizar evaluaciones acordes a lo que
realmente pedimos para nuestros alumnos, fundamentadas en argumentos y
registros reales, basadas en la observación continuada de las tareas que
realicen a lo largo del curso, y con una evaluación que se base en la cualidad
y calidad más que en la cantidad.
Esta
actividad, sin duda alguna, me ha servido para darme cuenta de la realidad a la
que nos hemos enfrentado durante toda nuestra vida y a la que nos
enfrentaremos, pero con otra mentalidad, con otras herramientas y posibilidades
para formar y educar a nuestro alumnado en el saber de la comunicación, pues de
esta manera les estaremos ofreciendo la posibilidad de saber expresarse, de
saber comprender, y en definitiva, facilitándoles la relación con la sociedad y
la autoexpresión de sus propios sentimientos y opiniones, a través de los que
irán formando su propio pensamiento.
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